viernes, 4 de marzo de 2016

ARTE ISLAMICO.


La cultura musulmana es muy rica, pues constituye el puente entre la cultura clásica y la medieval. Partieron de los conocimientos científicos y filosóficos griegos, los tradujeron a su lengua y constituyeron bibliotecas para difundirlos.
La lengua árabe fue el vehículo de comunicación del Imperio y perdura todavía hoy en la mayoría de los territorios que lo componían.
Dos rasgos dominantes del arte y la arquitectura islámica, la importancia de la decoración caligráfica y la composición espacial de la mezquita, estuvieron íntimamente ligados a la doctrina islámica y se desarrollaron en los primeros tiempos de su religión. En Medina, Mahoma reunió a un grupo de creyentes para celebrar la oración comunitaria. La casa de Mahoma consistía en un recinto cuadrado de muros de adobe abierto a un patio, rematado por un soportal o cobertizo en el lado sur. En el muro oriental se levantaron las habitaciones de las mujeres del Profeta, volcadas hacia el patio, donde se reunían los fieles para orar bajo las directrices de Mahoma, que se subía en un estrado para dirigirles. En esta disposición se ha querido establecer el origen de las futuras mezquitas, que suelen presentar un patio interior (sahn) rodeado de pórticos (riwaqs) y un espacio cubierto (haram), articulado mediante naves de columnas y delimitado por la quibla, el muro que señala la dirección de La Meca.

LA ARQUITECTURA.
La arquitectura islámica es una síntesis de elementos bizantinos, cristianos, coptos, etc. La carencia, en un principio de un estilo propio, hace que se dejen influir intensamente por los estilos de los pueblos conquistados. La amplitud geográfica del imperio explicará la variedad de formas y soluciones que ellos acabarán sistematizando y universalizando.
Podemos destacar los siguientes rasgos:
*La altura de los edificios suele ser escasa, siendo una constante la armonía e integración del edificio en el paisaje circundante. Los orígenes geográficos del islam y el sentido religioso de su arte condicionan este factor: el desierto impone la horizontalidad y el primitivo nomadismo de los beduinos árabes, la preferencia por edificios de escasa envergadura (jaimas que se montan y transportan con suma facilidad).
*El edificio más importante es la mezquita, centro de reunión y oración de la comunidad de creyentes (Umma). También se construyen palacios, mausoleos, medersas, etc.
*Los materiales que se usan con mayor frecuencia son el ladrillo o el mampuesto, el yeso, la madera y, en menor medida, la piedra por sus mayores exigencias técnicas y constructivas.
*La arquitectura no muestra un gran interés por los problemas constructivos; los edificios suelen inscribirse en volúmenes cúbicos en los que destacan las semiesferas de sus cúpulas y las altas torres o minaretes de sus mezquitas.
* la columna y el pilar mantienen su función como soporte, pero dada la ligereza de las techumbres de madera, generalmente son delgadas.
*Utilizan una gran variedad de cubiertas abovedadas: cúpulas, bóvedas de crucería, gallonadas, caladas, etc.
* Del arte visigótico español toman el arco de herradura que, más tarde, se extenderá por todo el mundo islámico. Otras variedades con un marcado carácter decorativo son: arcos poli lobulados, de herradura apuntados, etc. También es característica la dicromía de las dovelas.
* Destaca su profundo gusto por la decoración interior que, con frecuencia, no se talla en la piedra misma, sino en placas de piedra de escaso grosor o de yeso, que se aplican después sobre el muro. El gusto por la policromía hace que las formas decorativas de los tableros de yeso se realcen con vivos colores y que se conceda un papel muy importante a la cerámica vidriada. La madera es también un elemento valioso, enriquecida con temas menudos y delicados.
* La decoración musulmana es de tipo anicónica y antinaturalista. Salvo en algunas escuelas, se excluyen los temas animados (antropomórficos y zoomórficos), reduciéndose a los de carácter vegetal (ataurique) y geométrico (lacería). Predomina, pues, el aniconismo y la abstracción. La decoración de tipo vegetal se denomina ataurique; la de carácter geométrico, de lazo o lacería; la de caligrafía, cúfica o nasjí. El arabesco pasa por ser la máxima expresión de la calidad abstracta de la decoración musulmana.

Decoración arquitectónica:
El estuco, el ladrillo y el azulejo se usaron como elementos decorativos en los edificios islámicos. Los Selyúcidas añadieron la cerámica vidriada. La superficie de los mihrabs, con sus bandas de inscripciones coránicas, se realizó en estuco tallado o barro vidriado. Los paneles murales se adornaron con motivos decorativos de lacería geométrica sobre azulejos. En la arquitectura de los Timuríes y en la Córdoba califal, los mihrabs se recubrieron con teselas de mosaico de colores brillantes. Los turcos fueron destacados productores de cerámica.

LA DECORACIÓN EN EL ARTE ISLÁMICO

• Puede decirse que el arte islámico consiste en un número relativamente limitado de formas simples, muchas de las cuales pueden ser usadas intercaladas en diferentes medios. Estas formas básicas son de nuevo elaboradas a veces hasta un grado extraordinariamente complejo.
• La ornamentación islámica tiene un vocabulario particular y sus principales categorías son: caligráfica, vegetal (ataurique), geométrica (lacería) y figurativa (muy escasa). Todas estas formas heterogéneas se combinan para formar un todo estilísticamente único. Figuras de animales y humanas se entrelazaron, de acuerdo con determinadas leyes rítmicas, con diseños geométricos o con arabescos para la serie de eslabones de una sola cadena.
• Los motivos vegetales se utilizan ampliamente en el arte y la arquitectura islámica, pero los artistas musulmanes no buscan la similitud con el mundo natural, al contrario, procuran dar a sus diseños una apariencia abstracta e irreal.





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